Regresión: La prueba del coronavirus sobre el Liderazgo
La pandemia de COVID-19 ha supuesto una prueba más para los líderes. Warren G. Bennis afirmó que esta clase de experiencias son las que conforman a un líder y “los grandes líderes no nacen, se hacen, a menudo a través de una experiencia amarga y dura”.
¿Cómo se debe liderar de forma efectiva y en un momento en el que todo es inestable? ¿Siendo volátil? ¿Cambiando a diario? ¿Y ahora que trabajamos de forma remota, en lugar de la comodidad y la sensación de comunidad que nos ofrece la oficina? En las últimas semanas, nuestra Preparación para el Desempeño ha caído ante la evidencia del hecho de que ahora, incluso las tareas rutinarias, como realizar copias, conversar, tomar un café o hacer una llamada, se hacen de forma diferente y requieren más energía.
La orientación del Modelo de Liderazgo Situacional para los líderes es igual de relevante y estable que siempre.
Gracias a la investigación y el trabajo del Dr. Paul Hersey sabemos que la Preparación para el Desempeño está formada por capacidad (conocimiento, experiencia y habilidad) y disposición (confianza, compromiso y motivación). La regresión se produce cuando el desempeño de una persona para una o más tareas cae en alguna forma, y el motivo más frecuente es un cambio no anticipado o no bienvenido.
El cambio asesta duros golpes, como contusiones de boxeo. Aproximadamente el 70 % de la población siente aversión al cambio en un grado medible. Cuando uno o más elementos estables de una situación se alteran, estas contusiones se manifiestan como inseguridad y renuencia. Las distracciones abundan y la participación se tambalea. Es una respuesta natural que precipita la regresión generalizada.
Manejar la regresión es la prueba que deben superar los líderes en estos momentos
William James de Harvard concluyó: “Si la motivación es baja, el desempeño de un empleado sufrirá tanto como si la capacidad fuera baja”. Los siguientes son pasos probados que los líderes pueden seguir para detener la retención y coachear para revertir la situación.
Tratar a la persona en su nivel actual de Preparación para el Desempeño para cada tarea
Ahora mismo, hasta los miembros del equipo más expertos están haciendo las viejas tareas de nuevas formas. Las situaciones cambian; por eso, su estilo de liderazgo no debería ser el mismo en cada situación. No sería sensato pedirles que volvieran a los métodos anteriores cuando ya han evolucionado desde la última vez que trató con ellos sus tareas. Imagínese que se acerca a esa persona y le habla tranquilamente (sin gritar desde la otra punta), mirándolo a los ojos, leyendo su lenguaje corporal y dejando que vea el suyo. ¿Qué diría? “Estoy aquí. ¿Qué necesita? ¿Qué le resultaría más útil ahora mismo? Esto es lo que creo que ayudaría, lo que sabemos, lo que es verdad… Deje que vuelva a comprobar estas cosas por videochat mañana”.
Realizar la intervención lo más rápidamente posible
“Hacer la vista gorda” y confiar en que “se saldrán con la suya” son recetas abocadas al desastre, no estrategias de éxito. Si alguien se ha mantenido impasible en las últimas semanas, no puede durar mucho tiempo. Brené Brown, Simon Sinek y otros autores han demostrado, a raíz de sus investigaciones, que la vulnerabilidad y la honestidad en un entorno psicológicamente seguro, mientras se mantiene el “por qué” bien a la vista junto con objetivos asequibles, conforman la receta para obtener éxito y participación.
Hay veces que debemos mantener la intervención en privado.
Puede apartar a la persona o realizar una llamada (una videollamada para verse las caras) para comunicarle que le presta atención genuina, que cuenta con su atención plena y transmitirle la información más relevante que puede ofrecer en estos momentos.
Hay veces que debemos realizar una intervención con todo el equipo
Compartir información con todo el mundo a la vez transmite que todos importan y son igualmente importantes, así como igualmente informados. Dedique un tiempo para que el equipo pueda formular sus preguntas de forma abierta delante del grupo y escuche sus respuestas. De esta manera, generará confianza y estabilidad.
Utilice la emoción de forma adecuada
Esta situación no es culpa de nadie, así que no hay nadie a quien se deba culpar. Puede sentirse atraído por uno de los dos extremos: agobiarse o enfadarse o bien sentirse abatido o ausente. Sea visible, esté disponible y básese en la verdad. Mantenga la mirada en el horizonte y un rumbo fijo.
Escuche activamente
Los gestores que son grandes instructores siempre muestran curiosidad y aprenden sobre todo cuando prestan atención a las palabras, las actitudes, las preocupaciones, el tono y el lenguaje corporal. Adopte una actitud honesta. Preste atención a miedos desmesurados y chismorreos y responda con preguntas que los ayudarán a identificar y a expresar por sí mismos la verdad y los hechos. Llegar por su cuenta a la verdad, en lugar de que se la diga usted mismo, da una mayor perspectiva y calma.
Exprese la preocupación adecuada
Las personas necesitan un espacio seguro para desahogarse, así como un límite de tiempo para hablar sobre eso. Muestre diligencia con responsabilidad mutua de cara a las próximas entregas. El trabajo actuará como el foco y la fuerza estabilizadora para muchas personas que las ayudarán a encontrar la calma en momentos de tormenta.
Compruébese a sí mismo primero
Antes de interactuar con aquellos que buscan su influencia, dedique un tiempo a la meditación, la autorreflexión y el desahogo con confidentes fiables. Con la regresión, la caída a R3 para tareas se acepta mejor con un mayor apoyo. Siéntase pleno para poder ofrecer alivio a quienes lo necesitan. Identifique los momentos en que la ansiedad cale más hondo en un seguidor de lo que se esperaba, ya que un aumento de dirección podría ayudar, incluso a una persona que normalmente es autosuficiente y presenta un nivel alto de desempeño.
DESAFÍO DE APLICACIÓN
- ¿Cuál de estas tácticas probadas pondrá en práctica hoy? Solo una lo ayudará a centrarse y a influir de forma más efectiva sobre su equipo en su situación.
- ¿Cuál necesita de alguien con influencia sobre usted? Si no es su gestor, ¿a qué compañero o persona cercana (cónyuge o pareja) puede informar su necesidad actual?